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Llegó como un golpe, la frase inesperada... y de verdad no se esperaba?. Era cuestión de tiempo, el darse cuenta que al final del día tienes que aceptar que algo esta mal, a pesar que la negación se haya hecho costumbre, sólo era el dedo que tapaba el sol. 

Es necesario entender, que las demás personas no tienen la cupla, ni mucho menos tienen que pagar por situaciones pasadas, aunque es un hecho que cuando te quemas, no vuelves a poner la mano al fuego.

Hoy, falta confianza, existe miedo... miedo a sentir el cúmulo de emociones que han surgido, pero hay también hay incertidumbre de su origen.

Cuando el arrepentimiento se hace presente, las palabras no valen... sólo demostrar vale